martes, 21 de septiembre de 2010

Nada más que un gol (por Gustavo Araujo)

Por Gustavo Araujo

Pase Bertotti, póngase cómodo, siéntese donde le parezca. ¿Quiere tomar algo?, ¿agua?, ¿café?, ¿una gaseosa? Bien. Ana, si, por favor, le trae una gaseosa al señor Bertotti. Si, a la oficina, la que uso para las reuniones de personal, gracias. ¿Quiere fumar? No me molesta, hace años que lo dejé pero no soy de los fundamentalistas antitabaco. Si a usted le viene bien préndase uno, me imagino que no debe ser muy agradable su situación. Como le decía ayer, estuve revisando los números de este año del suplemento, más bien los del último cuatrimestre y aunque no son malos deberían ser otra cosa, esperaba algo más de usted, dado los medios con cuenta. El porcentaje de inversión publicitaria se le vino abajo mi viejo, y así se nos cae la estantería. ¡Ah! Ana, pase, y por favor tráigame una a mi, dietética, y de paso me alcanza la carpeta azul que está sobre mi escritorio, gracias. ¿Le gusta mi camisa?, gracias Ana, usted siempre en los detalles, es un regalo de mi mujer. No se demore. Como le decía Bertotti, no me gustan los números del suplemento. No me parece tampoco la línea que está llevando, ¿lo habló con el jefe de redacción? No se muy bien cómo, pero veo que usted se corta solo, muy de jugador comilón, si me permite la analogía. El suplemento es parte de un trabajo en conjunto que, compromiso y habilidad mediante, nos va a llevar al objetivo. Como hacer un gol Bertotti, algunos son producto de la carambola pero la mayoría responden a un esquema de trabajo, de esfuerzo compartido. Si el nueve la mete, es porque todos los demás se la acercaron, la defendieron, la sudaron para que él se luzca. Si me entiende se dará cuenta que usted forma parte de un grupo Bertotti, un grupo que debe funcionar coordinadamente para que se luzca mi empresa, es decir yo. Pase Ana, gracias. Hermoso su vestido, una delicadeza de su parte alegrar la vista en esta oficina. De nada Ana, luego la llamo. Como le decía Bertotti, la vida es así, qué bien le queda el vestido a mi secretaria ¿no le parece? Un detalle de buen gusto esa mujer, voy a tener que pedirle el número del celular. Bien, sigamos, estábamos con lo del fútbol, aquí tiene un cenicero, no me llene la alfombra de cenizas. El suplemento tiene que ser una pata más de la revista Bertotti. Yo sé que lo contratamos para otra cosa, que usted está para más, que tiene antecedentes de trabajos más elaborados, pero la globalización es así, hay que estar preparados para todo, como un jugador todoterreno, porque quién sabe, en cualquier momento se manda un gol de media cancha. Aguántese la bronca Bertotti, úsela positivamente, yo sé que usted puede. Aunque haya estudiado Ciencias de la Comunicación en la UCA, un esfuerzo comunitario por el equipo no le va a venir mal a su currículum. Piense Bertotti, piense, es lo que mejor sabe hacer, piense en cómo se sentía cuando le decía a sus amigos de la infancia que le tiraran la pelota para que hiciera un gol, ahí justo debajo de los palos. Ellos corrían y usted se llevaba la gloria. ¿Le sorprende que sepa eso? Yo leo Bertotti, leo, investigo, pregunto, miro los blogs de mis empleados y me entero, no en vano tengo una editorial llena de gente con veleidades de escritores. Todos tienen algo para contar y usted tiene mucho, le dedica mucho, creo que hasta más que al suplemento y me parece que la está embarrando Bertotti. Usted tiene hijos, dos esposas, perdón una ya es ex, dos casas. Debería ser más cuidadoso. El mercado laboral está incierto, jodido. Ni hablar de la cantidad de pendejos que están estudiando en las carreras de periodismo








Bertotti, cualquiera se mataría por su lugar, hay muchos en el banco de suplentes esperando que se lesione o baje el nivel para morderle los talones, igual que en el equipo del barrio. Ya sabe Bertotti, ya lo dijo un gran pensador, no hay que escupir para arriba si no tenés el paraguas abierto. Cuántos dejaron su lugar en un equipo y no volvieron a jugar más, los retiraron sin aviso. Piense que cuando renunció en Méjico para venir aquí lo hizo por sus hijos. Yo sé que lo llamé y le ofrecí otra cosa, pero al fin y al cabo gracias a mi vos estás con tus hijos, deberías ser más agradecido, ¿te puedo tutear no? En serio Bertotti, mirá, yo soy el DT y vos querés jugar en primera, pero te tenés que ganar un lugar, yo te traje como estrella, pero viste, la vida tiene sus cosas y uno toma decisiones. Me parece que te falta, que no sabés como son las cosas aquí. Esto es una guerra, como vos contabas en el blog, cuando en la canchita de los bomberos se mataban a patadas con los de Constitución, ahí en la costa. Lindos recuerdos, una porquería la canchita, un frío de morirse, el viento de mearse en la nuca y el viejo García puteando ¡pendejos de mierda! ¡corran maricones! ¿tienen frío? Imaginate Bertotti, vos corrías y te tirabas de cabeza y el viejo te mandaba con flores, siempre te alentaba ¿te acordás del gol que le hiciste a la sexta de Quilmes? ¿el de palomita a lo Pedro Poy? Cómo lo gritaba García, rosarino y de Central el muy hijo de puta, no teníamos ni idea quien era Aldo Pedro Poy, pero el viejo siempre hablaba del puto gol que le había hecho a los Neweld`s. ¿Te acordás flaco?, si, seguro, como que no, mirá que te vas a olvidar de que ese día los de Quilmes no tenían arquero y García me puso a atajar para ellos. ¡Qué cara flaco!, ¿no te acordás del gordito Anselmi? Y bueno, te entiendo, si nunca supiste mi nombre, yo estaba siempre en el banco, el Gordo boludo que se caía, que se bancaba las cargadas, que te pagaba la Coca, y vos ni mi nombre. Por lo menos yo me sé el tuyo, flaco, tengo esa delicadeza, hasta me acuerdo del gol que me hiciste. El forro de García habló toda la semana de mí, aunque sea para reírse. No te hagás problema Bertotti, no soy rencoroso, no más de lo necesario, un tiempo más y me olvido. El suplemento de Hogar y Jardines no es tan malo, pensá en tus hijos. Deciles que el suplemento seguro será un golazo, si querés de palomita, como el que me hiciste ese día en la canchita de los bomberos en la costa de Mar del Plata.

1 comentario:

Marcos dijo...

Genio, a vos te sale todo bien .. ponele actitud y no pares de escribir que es una de las cosas que mejor haces (Y)